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miércoles, 23 de mayo de 2018

TERAPIA DE BIOMAGNETISMO - BIOENERGETICA


El Biomagnetismo demuestra, a través de las investigaciones médicas realizadas por el Dr. Isaac Goiz, que aplicando imanes de una determinada fuerza y polaridad en puntos específicos del cuerpo, se consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de las enfermedades graves del hombre, incluso algunas en las que la medicina oficial no siempre reconoce una etiología microbiana como la diabetes, el cáncer, la artritis y otras.

¿Qué es el Par Biomagnético?
Consiste en el reconocimiento de puntos de energía alterados en nuestro organismo y que en su conjunto están dando origen a una enfermedad o malestar de curso agudo o crónico. Este reconocimiento se efectúa mediante la utilización de imanes pasivos (no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo como efectuando un rastreo o escáner biomagnético. Una vez reconocidos y confirmadas las zonas que están alteradas en su potencial energético (y que corresponden con órganos y tejidos que están sufriendo la distorsión), se aplica un conjunto de imanes en esos puntos por un tiempo determinado por cada uno y generalmente  se aplican en forma simultánea.

Hay que destacar que el Biomagnetismo extermina con gran efectividad especialmente a los virus, lo que la medicina convencional hasta la fecha no consigue. Por su pequeñísimo tamaño y rapidez de reproducción el virus no soporta el impacto magnético que altera su ADN y produce un verdadero cortocircuito en su estructura electromagnética. Al liberarse de estos indeseables huéspedes el paciente experimenta substanciales mejorías.

¿Qué puede curar el Biomagnetismo?
En teoría puede ejercer un efecto de corrección sobre  todas las distorsiones energéticas que se alberguen en un organismo enfermo (enfermedades físicas y mentales), cualquiera sea su origen. No obstante la curación absoluta sólo será posible cuando dicha distorsión energética no haya causado un daño estructural (celular) irreversible y cuando la capacidad de reparación no haya sido abolida por efecto del agente causal o la droga aplicada previamente para intentar el control de la enfermedad. 

¿Cómo se aplica o en que consiste una sesión?
La persona que acceda a ésta terapia no asistirá a una consulta médica, por lo que no puede esperar diagnósticos ni tratamientos específicos.
Se revisará al paciente a través de Bioenergética y/o con los imanes  a través del contacto con el cuerpo. No existe dolor en las sesiones, ni contacto con la piel, como tampoco es un tratamiento invasivo. En la primera sesión se recopilaran los antecedentes del paciente para determinar la terapia más adecuada.

¿Me puedo enfermar de lo mismo nuevamente?
Los tratamientos con medicinas no convencionales conllevan una toma de conciencia real del papel que le corresponde al enfermo en su proceso de curación. Y si el paciente se compromete con ello, la lógica indica que no debería enfermar de lo mismo o en forma tan grave, sin embargo, existen enfermedades que han producido daños en órganos del cuerpo en las cuales el Biomagnetismo mejorará sustancialmente la calidad de vida, pero no erradicará la enfermedad (ejemplo; Broncoestasias). De todas formas es fundamental que la persona logre concientizar respecto a su calidad de vida, alimentación, ejercicio y sobre todo evitar agentes de recontagio.

¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?
Ningún enfermo es igual a otro ante una misma enfermedad o cuadro sindromático. Influye en esto la edad, el estado nutricional, la carga tóxica previa, el tiempo de evolución de la enfermedad, los remedios recibidos previamente, las lesiones que ya están instauradas en el cuerpo, etc.  En términos generales, se ha verificado que lo óptimo es una secuencia inicial de tres sesiones de biomagnetismo, separadas por una semana aproximadamente; dependiendo de la evolución posterior, se podría requerir de un control al mes. Sin embargo, el enfermo ya comienza a notar cambios positivos en su salud desde la primera o segunda sesión. Normalmente puede requerirse un promedio de tres a cinco tratamientos, en casos crónicos tal vez más, pero el número real en definitiva lo determinará la forma en que reaccione cada paciente.

(Mayo, 2011)

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