Muchos de nosotros sin darnos cuenta entramos en una
vorágine la cual hace que situaciones cotidianas vayan perdiendo sentido, automatizándonos y estableciendo rutinas que no percibimos hasta que
entramos en crisis o cambio.
Diariamente miles de personas utilizan un ascensor en el
lugar donde viven y/o trabajan y no se toman la molestia de un “buenos días”,
“buenas tardes” o “hasta pronto”… Simplemente se ven sumergidos por unos
minutos en un espacio reducido, con gente desconocida que va y viene sin gastar
una palabra o siquiera una sonrisa.
De igual forma, miles de personas utilizan la locomoción
colectiva como el Metro o Transantiago,
convirtiendo esta rutina en una acción automática, en la cual pocos se animan a
un saludo o despedida amable…
A mi juicio, creo que entre otras cosas, esto tiene relación con el dar y
recibir; si el chofer no me saluda o la cajera del metro no me sonríe, por qué debiese yo
hacerlo? algunos quizás no lo hacen por que no lo consideran importante y
otros tal vez por que simplemente no les interesa.
Pero acaso un saludo cordial acompañado por una sonrisa
para comenzar el día o finalizarlo no sería grato?
Cuantas veces nuestro día ha
sido cambiado por una acción positiva de otros o de nosotros mismos?
La actitud positiva frente a la vida tiene que ver con eso,
con el que independiente de lo que este sucediendo en nuestras vidas tengamos
la capacidad de hacer que ésta sea más agradable, más alegre incluso desde lo
simple. Cuando regalamos una sonrisa y recibimos otra de vuelta no sólo es un
gesto amable, sino que podemos cambiar la perspectiva de nuestro día y el de
otros, y así entrar en un círculo energético positivo.
Hace un tiempo atrás me encontré con el documental de Mr.
Happy man. “El hombre feliz”, Johnny
Barnes, un hombre de más de 80 años que se para en la intersección principal
de ingreso/salida de la isla de
Hamilton, Bermuda, entre las 3:45 a.m. y 10 a .m. diariamente, sólo para saludar a las
personas y decir “te amo” “que tengas un buen día”.
Cada mañana este hombre, sin ningún interés, entrega su
amor y alegría, lanzando besos, alzando sus manos y diciendo estas hermosa y
simples palabras a todos quienes pasan por el lugar, independiente que esté
soleado, frío, lluvioso, él esta ahí saludando a cada una de esas personas.
Es extraordinario ver como en el documental personas
describen que ha sucedido las pocas veces que se ha ausentado, llamados a la
radio local, preguntas, hasta angustia de quienes se han acostumbrado a verlo
diariamente y no los han visto por alguna razón. No solo se ha transformado en
un saludo amoroso, sino en un referente para muchas personas quienes poco ha
poco han aprendido a entregar un poquito de amor al prójimo sin esperar nada a
cambio.
Que impacto ha causado este hombre!! que debido a una
carencia afectiva personal, decidió ayudar a que otros se sintiesen mejor con un par de
palabras, una sonrisa y un beso a la distancia. Y lo ha logrado!!!
Es una hermosa historia, que nos enseña a mirar hacia
nuestro interior y preguntarnos, porque no saludar todas las mañanas a la gente
de un ascensor, el metro, transantiago, etc.?
Acaso no seria gratificante
alegrar nuestro día y de paso el de alguien más que puede estar necesitándolo?
Por qué no ser feliz o alegre con cosas simples y comenzar un pequeño cambio en nosotros que finalmente se ve reflejado en todo un contexto?
Una hermosa lección, otorgada por un simple hombre. Por qué no poner un poquito de esto a prueba?!
Que
tengas un hermoso día!!!
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