Este es uno de los tantos temas recurrentes en mi
consulta, Crisis de Pánico, Ataques de Pánico, Crisis de Angustia, (son todos
lo mismo) que se presentan cada vez con mayor frecuencia en la vida de hombres,
mujeres, adolescentes y adultos.
Lamentablemente, el ataque o crisis de pánico ha
sufrido la misma suerte de muchos otros problemas o síntomas psicológicos que
aquejan a las personas. Utilizando el concepto sin tener la seguridad de lo que
realmente significa. Episodios de angustia, crisis por estrés, etc. son llamados
ahora Crisis o Ataques de Pánico y es ahí donde las personas comienzan un
proceso de “angustia” mayor ya que por lo que han leído, escuchado o conversado
con alguien más no sólo tienen preocupaciones, estrés y cargas emocionales,
sino se suma ahora un problema psicológico….. auto diagnosticado.
Aunque, un porcentaje importante de ellos no corresponden
a una Crisis o Ataque de Pánico (de acuerdo al DSM IV), me voy a referir en
este post, a los que si corresponden a una Crisis o Ataque de Pánico. En
palabras sencillas y de acuerdo a mi propia experiencia.
Hay personas que tienen estos episodios solo una
vez en su vida, para otros se les ha presentados en varias ocasiones y los
casos más graves quienes sufren recurrentemente las crisis.
Si bien las crisis se producen bajo contextos de
estrés, también es posible que se presenten en personas (aunque en menores
casos) que no estén sometidas a exigentes rutinas o periodos de estrés.
Estas crisis al aparecer de manera súbita se pueden
presentar en cualquier momento, en el metro, en la fila de un banco, después de
discusiones, antes de un examen en la universidad o presentación en el trabajo,
etc. los escenarios posibles son tan variados como las personas que los
padecen.
El problema real de esto es justamente la aparición
de la crisis y como esta se manifiesta en lugares públicos creando
adicionalmente, miedo a que las personas no deseen salir solas o comiencen a restringir
sus actividades con el temor de que las crisis o ataques aparezcan nuevamente.
Pero,
¿Qué es una Crisis de Pánico?
Son
episodios que aparecen de manera súbita, manifestándose como un intenso miedo o
temor.
¿Cómo se manifiesta?
Los
ataques o crisis de pánico se manifiestan como episodios que irrumpen abrupta e
inesperadamente sin causa aparente y se acompañan de síntomas asociados al
miedo.
- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca (opresión en el corazón)
- Sudoración
- Sensación de ahogo o falta de aliento
- Sensación de atragantarse
- Opresión o malestar torácico
- Náuseas o molestias abdominales
- Inestabilidad, mareo o desmayo
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
- Miedo a perder el control o a perder la razón
- Miedo a morir
- Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
- Escalofríos o sofocaciones
“Siento miedo.... del miedo”.
¿Cómo se tratan las Crisis
o Ataques de Pánico?
Tradicionalmente,
todos los problemas psicológicos y emocionales son tratados con fármacos otorgados
por un Psiquiatra y además un tratamiento Psicológico.
Sin
embargo, en mi experiencia el tratamiento es diferente. No quiero decir con esto, que el otro tratamiento no sea efectivo, sino
que muchas personas buscan una solución definitiva, o bien no les gusta tomar fármacos
o por distintas razones prefieren probar con otras alternativas las que
evidentemente tienen muy buenos resultados, también.
Si
bien para mi cada caso es particular, mi
metodología de trabajo ha sido utilizar, la Psicología apoyada de las Terapias Alternativas, Flores de Bach y técnicas de respiración, concentración y los resultados han
sido excelentes.
En
el corto plazo las personas se sienten más tranquilas, lo que inmediatamente
disminuye la probabilidad de que las crisis ocurran, llegando a punto donde no
se han vuelto a manifestar, lo que trae como consecuencia inmediata que las
personas vuelvan a un ritmo de vida activo, pero mucho más consciente.
Cuando
las personas aprenden a utilizar ciertas herramientas personales, no solo se
evitan la dependencia de un psicólogo u otra persona, sino que también
comienzan a desarrollar la responsabilidad individual consciente para manejar su
mente, lo que los hace ganar confianza y sentirse partícipes del proceso.
Algunos consejos para afrontar una crisis o ataque de pánico:
- Utilizar técnicas de respiración, siempre son infalibles.
- Recuerde que lo que siente no es más que la exageración de las reacciones normales al estrés.
- No es ni dañino ni peligroso, solo desagradable. Nada peor puede pasar.
- No añada pensamientos alarmantes sobre lo que está pasando y lo que podría ocurrir.
- Fíjese en lo que le está pasando a su cuerpo ahora, no en lo que usted teme, en su mente, que podría llegar a ocurrir después.
- Espere y deje que pase el temor. No luche contra él. Acéptelo.
- Cuando deja de pensar cosas alarmantes, el temor se extingue por sí solo.
- Recuerde que lo principal es aprender a afrontar el miedo, no a evitarlo. Es una gran oportunidad para progresar.
- Cuando esté listo para continuar, comience despacio, en un estado de relajación. No necesita correr ni esforzarse.
Adicionalmente,
a un proceso terapéutico, practicar Yoga (o cualquier disciplina oriental que incluya concentración), Meditación,
técnicas de relajación o Biodanza, ayudan mucho a cualquier problema,
trastorno y/o enfermedad psicológica.
Si bien afrontar el pánico
o los miedos en general requiere tiempo, voluntad y paciencia es
posible hacerlo recuperando la tranquilidad mental y la calma.
Nuestra
mente es nuestra herramienta más poderosa, debemos utilizarla a nuestro
beneficio, en dominio y calma. No olvidemos que la sanación comienza de adentro hacia
fuera y, cuando nosotros lo decidamos!!!
Ejercita el hemisferio derecho del cerebro, libera tu mente!!!
Mayo, 2013
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